Como ya es tradición en Tebarray,
nos juntamos unos pocos chavales: Jorge,
David, Miguel Ángel e Iván y unos cuantos monitores: Daniel, Óscar, Mateo, Álvaro, Juan, María y Alejandra para descender el barranco seco del Basender. Salimos de
Zaragoza a las 8 de la mañana, en tres coches los 11 participantes hacia la
sierra de Guara.
El grupo
La previsión de lluvia nos dice que
a las 2 empezara a llover, es decir tenemos que hacer un descenso rápido sino
queremos llegar a los coches pasados por agua.
Al llegar al aparcamiento donde
dejaremos los coches, preparamos el material
y nos comemos un pequeño aperitivo para no pasar hambre durante el
descenso. Rápidamente cogemos el material y andamos unos 25 minutos por un
camino hasta llegar al inicio del barranco.
Bonitos pasillos escavados por el agua
Una vez allí, nos ponemos arneses
casco etc... Y empezamos con el descenso. Nada mas empezar ya tenemos un rapel
que Mateo y Álvaro (los becarios)
montan sin ningún problema. Fiándonos del montaje de los becarios empezamos el
descenso que fue bastante rápido ya que todos los participantes teníamos
experiencia.
Pequeños trozos de andar entre rapeles, interés mantenido
Fue un descenso fácil y divertido
pero Mur como siempre nos guardaba
una sorpresa para darle más emoción al descenso y era volver a los coches por el cauce del vero.
Tuvimos que cruzar el río unas
cuantas veces, la gente empezó a descalzarse y a pasar pinchándose los pies
pero pronto se dieron cuenta de que era mejor mojarse las botas.
Maria rapelando
Después de haber cruzado el río
unas cuantas veces, a unos locos gracias a la frase (no hay Webs…..) se bañaron
en una poza bastante fría. Tras esta locura seguimos remontando el vero y
llegamos al paso más emocionante del recorrido que era pasar una pequeña presa
por resbaladizo bordillo, pero gracias al buen equilibrio de los participantes
todos llegamos a los coches sanos y salvos.
Primer rapel del barranco
Al llegar a los coches nos
cambiamos de ropa y comimos en unas mesas que había en el aparcamiento y como
siempre nos pusimos como gordos. Quiero destacar un plato especial “by” Oscar que era un sabroso lomo con
Coca-Cola y con todas las especias que tenía en su casa, pero todo hay que
decir estaba bastante bueno.
Cruzando por el resbaladizo borde en la presa del molino
El cielo se empezó a poner
bastante negro y decimos regresar a Zaragoza pero antes paramos a tomar café en
el mesón de Colungo en el mismo momento que comenzó a llover. Y después del
agradecido café nos volvimos a Zaragoza
dejando a Daniel en Huesca donde nos callo otra gran tormenta.
Y A LAS 6.30 ESTABAMOS EN
ZARAGOZA SANOS Y SALVOS.
VIDEO
Reseña del Basender:

